TRIÁNGULO DE AMOR
¨Amor Pantenónico¨
Venus y Atenea
Escrito por Daphne Poe con Serginaz
a principios de Enero"
Primera parte
Grecia y Roma se han declarado la guerra, por alguna de esas estúpidas razones en las que la solución de todo es la contienda. La única antigua estrategia de unir en matrimonio a los sucesores al trono es ¨imposible¨, por esas cosas de la vida ambos reinos serán gobernados por mujeres, ya que Hércules se ha dedicado al físico-culturismo, renunciando al trono de Roma, y Poseidón tuvo un lamentable accidente, muriendo ahogado en el mar del Olimpo.
Los griegos han preparado su comisión, y entre ella está la joven diosa Atenea, quien a pesar de tener sólo 16 mil millones de años, es indomable, conquistadora de reinos, tierras, y corazones.
Roma se prepara para recibir la delegación, para tal evento se decora el templo circular, que como diría Miguel ángel, tiene un diseño angélico más que humano. Ese panteón está dirigido por un machista Zeus, que ha prohibido que en la mesa de negociaciones halla representación femenina, ya que las mujeres (según dice) sólo son útiles para la procreación.
Suenan las trompetas en señal de que la delegación griega se acerca…se conmociona Roma: los dioses grandes y pequeños, desde los más influyentes hasta los más sencillos se preparan. La delegación griega ha cruzado el pórtico de la ciudad; la diosa Venus luego de haber llorado por quedar excluida de las negociaciones, avista la llegada de tan importantes dioses, dotados de armaduras de oro y cascos de plata. Solamente ella rompe el protocolo estando vestida por algo demasiado ligero, dejando poco trabajo a la imaginación; es una diosa demasiado humana para ser tan divina.
Venus bastante cansada de la pedancia y prepotencia de los romanos, es la primera vez que Venus suspira por una niña, cualquiera que sea su procedencia. Por lo cual sigue caminando en derredor de los visitantes, pero su mirada se desvía inocentemente hacia la griega Atenea, la cual se ha percatado de la presencia y elinterés, intentando disimularlo.
Atenea está Όμορφος hermosa, se dice Venus inocente de el hambre de guerra de la diosa.
Comienza el saludo protocolar entre las delegaciones, pero hay oculto otro más sincero, sensible, e interesado: estas dos mujeres quienes siguiendo las tradiciones romanas, siguen sin dirigirse la palabra, con su mirada se coquetean, ellas se citaron fuera de la reunión antes de que comenzara con un guiño de ojos en la avenida, pero aun así quieren quedar felizmente libres aunque sea por instantes para huir de la tozudez masculina, o mejor dicho de la memez de los dioses gladiadores.
Venus desaparece de la aglomeración de visitantes, pero atenea curiosa comienza a hurgar entre las puertas, en algunas habitaciones descubre el oro relumbrante y duro que se yergue sobre el amoblado, tras otras dóvelas encuentra columnas llenas de imágenes romanas, pero aun esta cerca de descubrir lo que tanto anhela, por que hasta ahora nada la ha sorprendido, hay una puerta entre abierta cuya manija de oro tiene la huella de unos dedos marcada, procura abrirla con suavidad para que el ser que hay adentro no la descubra, primero pone su mirada en el interior sin abrir más la puerta, pero solo ve un contraluz misterioso, escucha algunas gotas de agua que se rompen en el aire, y después empuja un centímetro más la manija, hasta ver un pie desnudo que se esconde en una bañera de mármol blanco, abre más la puerta retirándose de ella, y logra atisbar unas piernas blancas mojadas por el agua que juguetean en frente de ella, al acercarse más logra ver un seno redondo y sudoroso como una naranja recién cortada, cuya piel lisa como un durazno se dirige a un pezón rojo carmín, los senos de esa mujer brincan en pequeñas pausas, se escucha su risa corta, ella sabe que alguien la observa, pero le gusta, Atenea se acerca cada vez más quiere saber quién es ella, pero la puerta se abre del todo y Atenea queda al descubierto, al darse cuenta que es Venus quien se baña, se asusta pero sin embargo se queda viéndola de lleno, como pausada, con sus ojos alcanza a calcular la talla del brasier de Venus, debe ser un 36 se dice a sí misma, pero en medio de todo se da cuenta que lo del monte de Venus es una mentira, ya que Venus está totalmente depilada, Venus sale desnuda del agua, posa sus ojos terriblemente negros en los ojos azules de atenea.
Venus le acaricia el rostro a Atenea suavemente, sus dedos de deslizan hasta llegar a un cabello ondulado y casi rubio, Venus posa sus labios en Atenea con mucha pasión como si su lengua buscara algo en su boca, como si llevara años deseando ese momento, Atenea se deja llevar por Venus y le acaricia la espalda de arriba abajo, Venus le arranca la túnica a Atenea, le agarra los senos, los explora con sus labios, luego sube por su cuello, le aprieta el cabello, baja sus manos por todo el abdomen, se miran se quedan suspendidas en el deseo, se entregan a las sombras, se tocan todo lo posible, el amanecer hace huir la penumbra, el sol las descubre abrazadas, como si de ambas salieran llamas de fuego, nada tan hermoso como una mujer cuando el amanecer la prende de su belleza natural sin los artilugios de la vanidad, Atenea se retira de la habitación con sutileza de no despertar a Venus.
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