viernes, 22 de marzo de 2013

Balada de la oscuridad

A Emily Dickinson


Con el alma encerrada en una botella
con el arcoíris nublado
con la sombra mezclada con el sol
con mi voz sin cuerdas
con pedazos de corazón regados en el rió de tus ojos
no me queda más que silencio
y le pregunto a la luna 
¿Qué me hace recordarte?
¿Qué me hace amarte?
No tengo motivos para seguir en un camino incierto
entre laberintos solo gatos de lunas hambrientas
el reloj de mi corazón camina hacia el seol
la arena entre mis venas es la sangre del adiós
veo tu espejismo y cuando te abrazo
eres solo un huracán que desaparece
no tengo remedio para remediar
no puedo retener el agua muerta
no quiero pasar por el mismo lugar
no debo llorar
Ojos que lloran recuerdos
a la vera de un tren que no te trae
lunas insonoras que no cantan en mi cuna
no quiero gritar
no quiero tirar a la basura el dolor
quisiera derramarme como aceite en esta tierra que nunca sabrá cuanto te ame
el dolor es la delta de las lágrimas
mis dedos frenéticos acusan al olvido de tu huida

El sol maquiavélico se tuesta entre tu piel
y yo buscándote  entre sombras que no son mías ni tuyas
buscándote en un libro
que nadie ha escrito
en mis páginas en blanco
soñándote como un pájaro a un infinito,
sus manos en las tuyas
el cielo vagando entre ópalos
la manga tragándose mi impotencia
yo enamorada de lo incierto
mis ojos obnubilados
sin querer hallandote 
este ritornelo hundido en tu silencio
tú como una llama que va quemando la cuerda de mi alma
este milagro de unirte, de contarte que existes en versos que no son tuyos
de tejerte de deshilvanarte de mis sueños
de creer que me escuchas
de creer que te desnudo en cada verso
las acuarelas de tus mejillas
se van borrando, cada vez te siento más lejos
bipartita como una esfera sin reflejo
me hundo en el contraluz de tu recuerdo
escarcha de abedul, caretas negras que me borran
paredes de miedo
que ocultan tu cuerpo de mis dedos
no se donde estas
la lluvia es un clavicémbalo,
posiblemente a través de las montañas estarás soñando
abriendo las puertas de mis ojos
tocándome las escarapelas del placer
quieres rozar mis labios
quieres hacerme tuya
deshoja la primavera 
corta mis flores
derrumbo los árboles
aniquilo semáforos
me recuesto en la ventana del bus
 y pienso donde estarás tú.










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