La búsqueda de las montañas azules
el cerro bravo, la energía pura de Dios
ser uno con él fuego
ser lluvia ser agua
tocar la tierra fresca
amar los silfos bajo la luna
viajar al son del tambo
encontrar a Sinifana
la cuna de los gnomos
y desnudarse con las ninfas de río
en las cascadas del camino
los amigos la fiesta caminar muchas horas
oír los cantos de la luna
reírnos tocando la guitarra
y con miedo por las alucinaciones campestres
contar historias de terror
luego cocinar
abrazarnos junto al fuego
y despertar con el alma renovada.